27 octubre, 2014
Desde hace algunos años, campos y selvas están llenos de personas, abogados y empresarios que ofrecen a pueblos y comunidades que incluyan sus territorios en proyectos de conservación de bosques o REDD (Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación Evitada). Esta propuesta, considerada novedosa, en realidad no lo es. Existen varios antecedentes de proyectos que proponen “pagar por conservar”, basados en análisis de economistas que argumentan que la única forma de valorar la selva es mediante el precio que se ponga por ella. Así desconocen que para millones de personas que viven en los bosques existen otros valores que los incentivan a conservar esos territorios. Valores fundamentados en aspectos culturales, espirituales y de uso, que les permiten amar, respetar y valorar el vivir en su territorio. En estos proyectos, no siempre aparece el nombre REDD: pueden ser llamados proyectos de compensación ambiental, de pago por servicios ambientales, de conservación de bosques, entre otros. En la mayoría de los casos, esos proyectos representan enormes riesgos para las comunidades, al punto de que pueden significar su salida del territorio. Esto puede traer consigo la pérdida de su cultura, de sus formas de vida tradicionales, su manera de producir y garantizar la satisfacción de sus necesidades básicas, lo que conduce también a perder el legado que pueden dejar a sus hijos, quienes ya no conocerán más la vida en el bosque, las formas de entenderlo, respetarlo y de vivir en él y de él.
Este es un manual de prevención, elaborado a partir del análisis de documentos, contratos propuestos o ya firmados, que muestra lo que está ocurriendo con las comunidades que los firman y los riesgos latentes que existen para quienes aún no lo han hecho.
Editorial: Amigos de la Tierra Internacional
Documento: Descargar
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