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Muy buenas a todos y a todas. Somos
representantes de las diversas comunidades,
regiones y municipios indígenas
y campesinos del Estado de Chiapas y nos hemos entrado a esta Cumbre a tomar la
palabra por mano propia porque el gobierno no nos quiso darla.
Por la Selva Lacandona estamos
presentes comisiones de las comunidades de la zona Amador Hernández, que está
en el mero corazón de la Reserva de la Biosfera Montes Azules, y grupos
comunitarios del municipio de Las Margaritas y del municipio de Marques de
Comillas. Por la región Altos de Chiapas también presentes grupos comunitarios
de los municipios de San Juan Cancuc, Oxchuc y Chenalho.
Venimos hoy hasta aquí,
frente de ustedes, para denunciar los programas y proyectos de despojo de
nuestros territorios y recursos que desde hace tiempo los malos gobiernos
intentan contra nosotros, ahora con un nuevo pretexto: el cambio climático y su
proyecto que llama REDD+.
Los planes de negocios
trasnacionales para las zonas rurales de Chiapas tienen ya un rato. Los
recursos naturales de biodiversidad y agua, de minerías, de biocombustibles y
desde más antes de petróleo, han desalojado a la gente, intoxicado la tierra o
convertido al campesino en mozo en su propia tierra. Y siempre nos ponen en
delito como causa. El delito de ahora es que somos el culpables del
calentamiento global.
Que entonces hay que dejar
de producir nuestros alimentos y mejor comprar harina de maíz con el dinero que
nos paguen por la conservación de los bosques y selvas o con la llamada
reconversión productiva que consiste en quitar las milpas para plantar árboles
frutales donde las aves y otros animales esos sí que puedan comer abundante
para que grande se crezca también la biodiversidad. La biodiversidad de donde
van a salir sus negocios patentes de medicinas y alimentos que los gobiernos llaman
con un nombre extraño para nosotros: la biogenética.
Con el REDD+ los ricos
empresarios y sus gobiernos chalanes se agregan un negocito más, el negocio del
carbón en su forma de humo contaminante, y al campesino un miedo más: que las
selvas y bosques de Chiapas serán los que lo chupen y la amenaza de que si no
conservamos las montañas, no sólo somos responsables de la producción de ese
carbón que causa el calentamiento del planeta sino también, así dicen los malos
gobiernos para meternos miedo, de la imposibilidad de reducirlo.
No estamos de acuerdo con
ese REDD+, ni es cierto que al reforestar los que ahora son nuestros campos de
cultivo la contaminación mundial del carbón se va a bajar. Ni hace parte de
nuestra cultura ponerle precio a la tierra, ni a sus montañas ni a sus ríos ni
a lo que ella así nada más la madre naturaleza por la generosidad de dios nos
entregó a las personas, menos todavía cuando la paga viene para hacernos
cómplices del pagador para que él si pueda seguir contaminando y acabándose al
mundo.
En el
Montes azules no vamos a permitir el paso de la brecha Lacandona, la medida
agraria que por la fuerza los Caribes están intentando pasar por nuestras
tierras para que los grandes empresarios, ahora bajo la cobertura del programa
REDD+ y el pretexto del cambio climático, obtenga su certidumbre legal para
entrarse a aprovechar los recursos naturales que son de todos los mexicanos y
que los pueblos indígenas de por sí conocemos y utilizamos. No nos oponemos a
la vecindad con los Caribes a quienes el gobierno les entregó hace cuarenta
años una tierra que no pidieron ni conocen, pero sí el que no queremos es que
esa tierra, la más biodiversa y con mayores reservas de agua de México, la
entreguen, bajo el pretexto del aprovechamiento sustentable de la biodiversidad
y ahora de la mitigación del cambio climático, al control del poderoso extranjero.
Y también
queremos con estas palabritas reclamarles que no nos usen, gobernadores
mentirosos de gobiernos neoliberales. En su convocatoria a este evento de
ustedes, como queriendo dar a entender que hasta los más rebeldes ya están
conformes con su proyecto, pusieron una fotografía de campesinos zapatistas protestando
en el ejido Amador Hernández tomada en 1999. Aquí estamos, gobiernos
mentirosos; no nos hemos rendido, ni olvidado de qué lado camina la vida
honrada de los pobres. ¿Por qué no ponen a los Caribes como imagen de su evento
si son ellos los únicos que han aceptado y que siempre aceptan vender una
tierra que no era de ellos?, ¿o ya sus patrones de ustedes no les creen que
ellos son los únicos pobladores de la Selva y los meros originarios?
En
Marqués de Comillas nos tumban las selvas, las selvas originarias, para meter
sus palmas africanas que le llaman bosques como les llamó ayer el gobernador de
Chiapas Juan Sabines, y cuando ya nos cansamos por el mal precio o porque
entramos en reflexión de lo que hicimos y cortamos esa palma, nos llevan a la
cárcel porque, nos dicen que también estaba comprometida para calmar el cambio
climático aunque eso nunca se lo dijeron a los compañeros que la sembraron.
En San
Juan Cancuc, dizque para cambiar a energías limpias, quieren imponer con
sobornos una represa, y aunque ya los Bienes Comunales les entregaron acta que
pide que se vayan, ustedes siguen llevando materiales y sobrevolando con
helicóptero el cañón por donde quieren pasarla.
En las
Margaritas, como no pueden con las asambleas ejidales, quieren también meter
sus proyectos de división de la tierra comunitaria con sus programas de
certificación agraria, el FANAR, o Procede como le llamaban antes, para
negociar ya con cada persona sin necesidad de pedirle a todos su palabra.
¿Por qué
no nos consultan?, ¿por qué a las fuerzas quieren imponer sus voluntades de
ricos? Las selvas son sagradas y están ahí para el servicio de los pueblos,
para el servicio generoso porque así a nosotros también dios nos las entregó;
nosotros no vamos a sus países de ustedes a decirles que hacer con sus vidas y
sus tierras, respeten las nuestras, váyanse por donde vinieron, comerciantes de
la vida.
San
Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México, a 26 de septiembre de 2012
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