Cambio Climático, Compensación de Carbono, y la Destrucción de Comunidades Locales
Con el reciente paso
del Huracán Sandy y los efectos que este ha dejado en Haití y la Costa
Este de los Estados Unidos, el tema del cambio climático y sus
consecuencias está inevitablemente presente en nuestra conciencia
colectiva. Sin duda, la necesidad de limitar las emisiones de carbono es
cada vez más urgente e imperioso. La pregunta, sin embargo, sigue
siendo: ¿Cómo vamos a hacer eso?
El mecanismo internacional más aceptado para reducir las emisiones de carbono es el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) que surgió del Protocolo de Kioto. De acuerdo con Barbara Haya de Ríos Internacionales y Karen Orenstein de Amigos de la Tierra, el MDL "permite que los países industrializados apoyen proyectos que reducen las emisiones en los países en desarrollo y así utilizar los créditos de reducción de emisiones resultantes con respecto a sus propios objetivos de reducción bajo el Protocolo de Kioto".
Bajo el MDL, los países del primer mundo que se han firmado el Protocolo de Kioto pueden evitar hacer cambios sustanciales a su política energética interna que reducirían las emisiones de carbono, mediante el apoyo a proyectos energéticos supuestamente "verdes” en el mundo en desarrollo. Pero, ¿es esta política de compensación de carbono una solución "verde"?
Esta cuestión es especialmente relevante en la región Maya-Ixil del altiplano de Guatemala. En los últimos cinco años, el gobierno de Guatemala ha abierto el territorio de los pueblos mayas Ixiles a las compañías energéticas multinacionales deseosas de sacar provecho de los abundantes ríos que fluyen a través del territorio del pueblo Ixil. Hasta la fecha, hay dos mega proyectos hidroeléctricos en funcionamiento, otras tres en el proceso de construcción, y una docena más esperando la autorización gubernamental.
Los dos proyectos hidroeléctricos que se encuentran actualmente en funcionamiento son la presa Hidro Xacbal de la empresa hondureña Grupo Terra, y la presa Palo Viejo del gigante energético italiano ENEL. Ambas compañías han presentado sus proyectos al MDL y están en espera de aprobación para recibir créditos de carbono.
De acuerdo con los documentos de diseño de proyectos presentados por las empresas al MDL, los dos proyectos se combinarán para reducir más de medio millón de toneladas métricas de emisiones de dióxido de carbono cada año. Cada tonelada de reducción de dióxido de carbono es considerado como una "reducción certificada de emisiones" (CER). En la actualidad, cada CER cuesta entre $15 - $17 USD, lo que significa que, si el MDL aprueba las dos mega-proyectos hidroeléctricos para la financiación, entonces estas dos empresas recibirán alrededor de ocho millones de dólares anuales para la creación de energía "verde".
Para el observador casual, la reducción de medio millón de toneladas métricas de CO2 por año puede parecerse meritorio, pero ¿cuál es la percepción de estos proyectos desde las comunidades indígenas locales donde estos proyectos se están construyendo?
El mecanismo internacional más aceptado para reducir las emisiones de carbono es el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) que surgió del Protocolo de Kioto. De acuerdo con Barbara Haya de Ríos Internacionales y Karen Orenstein de Amigos de la Tierra, el MDL "permite que los países industrializados apoyen proyectos que reducen las emisiones en los países en desarrollo y así utilizar los créditos de reducción de emisiones resultantes con respecto a sus propios objetivos de reducción bajo el Protocolo de Kioto".
Bajo el MDL, los países del primer mundo que se han firmado el Protocolo de Kioto pueden evitar hacer cambios sustanciales a su política energética interna que reducirían las emisiones de carbono, mediante el apoyo a proyectos energéticos supuestamente "verdes” en el mundo en desarrollo. Pero, ¿es esta política de compensación de carbono una solución "verde"?
Esta cuestión es especialmente relevante en la región Maya-Ixil del altiplano de Guatemala. En los últimos cinco años, el gobierno de Guatemala ha abierto el territorio de los pueblos mayas Ixiles a las compañías energéticas multinacionales deseosas de sacar provecho de los abundantes ríos que fluyen a través del territorio del pueblo Ixil. Hasta la fecha, hay dos mega proyectos hidroeléctricos en funcionamiento, otras tres en el proceso de construcción, y una docena más esperando la autorización gubernamental.
Los dos proyectos hidroeléctricos que se encuentran actualmente en funcionamiento son la presa Hidro Xacbal de la empresa hondureña Grupo Terra, y la presa Palo Viejo del gigante energético italiano ENEL. Ambas compañías han presentado sus proyectos al MDL y están en espera de aprobación para recibir créditos de carbono.
De acuerdo con los documentos de diseño de proyectos presentados por las empresas al MDL, los dos proyectos se combinarán para reducir más de medio millón de toneladas métricas de emisiones de dióxido de carbono cada año. Cada tonelada de reducción de dióxido de carbono es considerado como una "reducción certificada de emisiones" (CER). En la actualidad, cada CER cuesta entre $15 - $17 USD, lo que significa que, si el MDL aprueba las dos mega-proyectos hidroeléctricos para la financiación, entonces estas dos empresas recibirán alrededor de ocho millones de dólares anuales para la creación de energía "verde".
Para el observador casual, la reducción de medio millón de toneladas métricas de CO2 por año puede parecerse meritorio, pero ¿cuál es la percepción de estos proyectos desde las comunidades indígenas locales donde estos proyectos se están construyendo?