Declaración de Pichucalco sobre el despojo biocultural y las nuevas amenazas a los territorios



Ejido Pichucalco, Reserva de La Biosfera Montes Azules, Selva Lacandona, Chiapas, México,
a 3 de Noviembre de 2015 


A los pueblos y las comunidades indígenas y campesinas,
A los movimientos, organizaciones, grupos y colectivos que los acompañan,
Al sector académico, los estudiantes y los centros universitarios,


Las organizaciones abajo firmantes nos reunimos del 23 al 27 de octubre pasado, con el objetivo de reflexionar y actualizar nuestras estrategias de lucha y resistencia respecto a las nuevas y no tan nuevas amenazas de despojo territorial que enfrentamos por parte de los malos gobiernos puestos al servicio de corporaciones trasnacionales y potencias mundiales, quienes han diseñado leyes y emprendido una voraz política vinculada al modelo extractivo depredador o al maquillado de verde.

Derivado de este encuentro acordamos realizar una Declaración conjunta que, para su mejor lectura, presentamos en dos partes: 

Parte I.- La Presentación general de los temas y el Pronunciamiento;
Parte II.- El Análisis de los hechos que soportan el Pronunciamiento. 


I. PRESENTACIÓN GENERAL

Nos convocó y ocupó especialmente una amenaza que lleva años implementándose, pero que ahora ha recobrado nuevos rumbos y estrategias: Se trata del despojo biocultural de las comunidades, los pueblos, las naciones y del mundo, mediante la implementación de un mecanismo, el Protocolo de Nagoya, que ha sido diseñado para forzar el acceso a los recursos genéticos y los conocimientos tradicionales a ellos asociados, y que ahora pretenden sean patentados para su mercantilización. Ahora no sólo hablan del saqueo de la biodiversidad y todos sus componentes, sino además atentan contra la propia sabiduría, cosmovisión y cultura de las comunidades y pueblos, quienes a través de la historia han sabido establecer una relación para con los bienes naturales que les ha permitido crear saberes y conocimientos que siempre han puesto a la disposición solidaria de los pueblos, de tal manera que estos puedan continuar alimentándose y atendiendo su salud. 

Las directrices mundiales piloto sobre el tema pretenden definirse en México a través del proyecto trampa “Gobernanza de la Biodiversidad”, operado por la agencia de cooperación alemana (GIZ, por sus siglas en alemán) y por la institución mexicana “responsable”: la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO). Estas reglas “modelo” serán presentadas en diciembre de 2016 en la COP13 del Convenio de la Diversidad Biológica (CDB) a celebrarse en México. Presionado por ese compromiso, el pasado 15 de octubre el parlamento alemán, tras ratificar el neoliberal Protocolo de Nagoya, aprobó la ley para su implementación nacional y cambios a su ley de Patentes, que contravienen de manera grave al primero, tal como lo denunciaron la propia GIZ y los partidos Verde y de la Izquierda de ese país.

Esta nueva amenaza al territorio y a la cultura se enlaza también con otras que siempre llevan una mezcla de engaños, opacidad, manipulación de contratos, violación a mandatos agrarios, promesas de paraísos económicos, discursos conservacionistas y de lucha contra el cambio climático, y por supuesto, cuando todo ello no funciona, presionan a los pueblos y a las resistencias a través de grupos vinculados al poder gubernamental y al de las empresas que suelen mostrarse a través de estudiantes, académicos, prestadores de servicio, centros de investigación y hasta de grupos armados oficiales e incluso grupos de choque, paramilitares o grupos del crimen organizado. 

En nuestro encuentro compartimos cómo en Guerrero, estamos enfrentando una doble lucha que afortunadamente vamos ganando; hacemos frente a la minería y también nos resistimos al intento de que impongan una Reserva federal de la Biosfera en la región de la Montaña. En Yucatán, estamos luchando contra el acaparamiento de tierras agrarias por empresas privadas. En la Chinantla oaxaqueña, vimos que los programas de pagos por servicios ambientales (PSA) nos condicionan y limitan la convivencia tradicional y que los procesos de contratación han sido incluso fraudulentos. A nivel internacional, en California, EU., se fortalece la oposición frente al relanzamiento del proyecto REDD+, al igual que en Costa Rica vemos como han ido evolucionando las estrategias verdes que facilitan el saqueo por las empresas. Finalmente, en la Reserva de la Biosfera Montes Azules, Chiapas, denunciamos a los malos gobiernos quienes siguen negando a los poblados indígenas y campesinos asentados en las Áreas Naturales Protegidas su derecho a la regularización agraria, a pesar de estar establecido en la propia ley ambiental nacional (la LGEEPA), tal como sucede en los casos de varios poblados asentados en esa Reserva, así como de algunos ejidos en la zona que han excedido sus límites.

Para nosotras y nosotros la comprensión de las implicaciones de estas amenazas y proyectos en contra de nuestros bienes naturales y de nuestros saberes tradicionales, nos llevan a replantear y reforzar nuestra organización local, estatal, nacional e internacional, por lo tanto, mejorar nuestra resistencia y mejorar la defensa de nuestros territorios hoy se vuelve vital y urgente. En ese sentido reflexionamos también respecto a los elementos de inspiración y fuerza esperanzadora que nos da, a pueblos y grupos acompañantes, la encíclica del papa Francisco Laudato, Sí en la defensa de nuestros bienes comunes y nuestras formas de vida comunitaria frente al despojo y al individualismo capitalista.

PRONUNCIAMIENTO

Derivado de la reflexión y el análisis sobre las nuevas y graves amenazas de despojo que, como jinetes del apocalipsis vienen sobre nuestros territorios y culturas, disfrazados de conservación y aprovechamiento sustentable, y de la mano de gobiernos entreguistas, corruptos y desnacionalizados, los firmantes, integrantes de comunidades y organizaciones indígenas y campesinas de los estados de Chiapas, Guerrero, Yucatán y Oaxaca, así como de organizaciones no gubernamentales de Costa Rica, Chiapas y California, manifestamos nuestro total rechazo a la política de simulación verde/ecologista y a la compra venta de los bienes naturales comunes que para nosotros están contenidos tanto en la naturaleza como en la sabiduría milenaria que han acumulado los pueblos originarios y que siempre los han compartido para todos, sin menoscabo de su solidaridad para con el mundo entero, a pesar de siglos de colonialismo y destrucción de sus propios procesos históricos y culturales que el autollamado mundo occidental en su era capitalista ha organizado contra ellos. 

El engaño ABS. En 25 años de proyectos de acceso a recursos genéticos y conocimientos tradicionales (ABS), en las más diversas bioregiones del mundo, no existe un solo caso, uno solo de los cientos que ha habido, en que el paraíso prometido a países y comunidades pobres no se haya convertido en un infierno. Y en esa larga historia de engaño el Protocolo de Nagoya llega como el mecanismo marco de libre mercado desde el cual habrán de definirse los términos y condiciones en que se encenderá ese infierno. El Proyecto GIZ-CONABIO del gobierno alemán y mexicano, la propuesta piloto ejecutiva para definir esos términos y condiciones reglas directrices le llaman- que serán promocionadas en un año ante el mundo como las ideales. 

En esa ruta de abuso legalizado, la abierta transgresión del Bundestag alemán el pasado 15 de octubre sólo confirma la naturaleza racista de la clase política de los países participantes en este hipócrita maquillaje, una curtida mafia de traficantes sin control ni remedio, incluida su autodenominada izquierda, que aquí y allá define quiénes están autorizados a vivir y el lugar que les toca. La extensa respuesta enviada por la fracción del partido de los Verdes (B90/Grüne) y la diputación de la izquierda (Die Linke) a nuestra petición de no ratificar el Protocolo de Nagoya, sólo redunda excusas y afirma posiciones neocoloniales. Ya la daremos a conocer. 

Para nosotros, en este tema, como en otros, no hay más: o estás con ellos o estás con los pueblos, con tu patria, del lado de tu gente. Aquí la indefinición no es opción, ni que te llames CEMDA o Víctor Toledo. 

La vía imperial. En el borrador del Acuerdo TransPacífico (ATP) aprobado hace un mes en la ciudad de Atlanta, la comercialización de los recursos genéticos es el gran nuevo sector. Poco importa que los Estados Unidos no hayan firmado ni siquiera el CDB, para eso son los amos. Pues bien. Así como al gobierno alemán lo enfrentaremos, también a ellos los esperamos; hace tiempo que nos conocemos: más de tres siglos. 
  En la cuestión agraria. La negativa pública del Estado mexicano a establecer un programa de regularización de la tenencia de la tierra, como se lo ordena la ley general ambiental del país (art. 63° de la LGEPPA), no rendirá a los campesinos, en su mayoría indígenas, ni tampoco, por cierto, despachará órdenes de aprehensión en contra de las autoridades que han incurrido en este abierto desacato porque en nuestro país la justicia no existe, pero sí tensará aún más la luida cuerda que mantiene la frágil paz en esas regiones burladas, donde por cierto se registran los inventarios más altos de biodiversidad pero también de ambición trasnacional, la verdadera autora y beneficiaria de esa negativa a cumplir la ley.
 
A contracorriente, la presión y trampas del gobierno para imponer nuevas Áreas Naturales Protegidas en los territorios indígenas so pretexto de mil y un acuerdos internacionales, abre un nuevo frente de lucha y resistencia para los pueblos, especialmente para aquellos que ya han sido “invitados” a ceder, pero también para quienes, habiendo detenido la amenaza como en el caso de la montaña de Guerrero, saben por experiencia que el poder siempre vuelve y de peor manera. ¡9 millones más de hectáreas deberán cubrirse para el 2018! 

Pero en México el capital es quien manda y quien decide en todas las áreas qué es coherente, y el área ambiental no es la excepción. Por eso, cuando zonas ejidales destinadas a Reservas, tal como ocurrió en Chablekal, Mérida, son avistadas como un bien rentable para negocios, por ejemplo, inmobiliarios de alta plusvalía, la Procuraduría Agraria se moviliza para presionar a los ejidatarios a que vendan sus tierras mientras la autoridad ambiental se hace a un lado al paso del inversionista.

Los servicios ambientales o Áreas Naturales Protegidas temporales. Quién podría estar en contra de cuidar; pero, bajo este régimen corrupto y refractario a todo lo que suene a soberanía, ¿para quién o para qué se protege? Ese es el punto, que explica también las trampas y las presiones como se ha venido imponiendo este programa y las resistencias a aceptarlo. En el borrador, por ejemplo, del ATP (dado a conocer por Wikileaks), se dice en el artículo 13 que las partes “fomentarán la conservación y sustentabilidad de la diversidad biológica para aprovechar los beneficios derivados del uso de los recursos genéticos”. Y agrega que todos los programas de cooperación y de inversión en los llamados bienes y servicios ambientales “se darán para el comercio mundial.¿Para quién se conserva entonces?, ¿desde dónde se está decidiendo el destino de nuestros territorios? 

La resurrección del programa REDD+ en California para intentar implementarlo otra vez en nuestro país y en los que se dejen. Bueno. Hace tres años, con motivo de la aplicación de este programa en la Selva de Chiapas, un grupo de pobladores de varias comunidades de la Reserva de Montes Azules, acompañados de organizaciones, nos movilizamos, el programa se detuvo y así fue que nació nuestro movimiento Redeldía de los Montes Azules. ¿Cuántos movimientos tiene que haber y redeldías surgir para que la arrogancia capitalista entienda el alcance de nuestra palabra cuando les dice NO? Va otra vez: ¡NO queremos su REED+!, ¡fuera!

Las universidades interculturales, centros de reordenamiento cultural. Al menos las de Chiapas y de Guerrero, opciones para estudiantes de origen indígena y campesino provenientes de las regiones más pobres del país pero también más abundantes en recursos naturales, fueron concebidas y son usadas para “generar gobernabilidad” en esos lugares. Enviar a los estudiantes de regreso a sus pueblos para disuadir procesos de resistencia, revertir modos comunitarios de organización territorial y conseguir la aceptación de los programas del gobierno, incluso aquellos directos llevados por la inversión privada, es una tarea que les imponen como parte de su acreditación y hasta de su futuro profesional. 

Una palabra que se tardó dos mil años en llegar. Para los pueblos de confesión católica, especialmente en aquellas regiones donde hay comunidades eclesiales de base, la encíclica Laudato Si del papa Francisco es un escudo y un aliento que reconoce y anima a multiplicar el modo de organización comunitaria, pero también su defensa. Esperamos que los servidores de la iglesia acompañen, brazo con brazo y con los sacrificios que vengan, este camino de lucha y resistencia, para la salvaguarda de los bienes comunes de nuestra casa común. 

Así los hechos, su análisis y que es en servicio de nuestra patria, nuestras comunidades y los pueblos del mundo que hacemos esta lucha para que lo que aún queda para todos y todas lo siga siendo, acordamos denunciar:
  1. A)  Al proyecto “Gobernanza de la Biodiversidad” que el gobierno alemán paga al gobierno mexicano para que, a través de la CONABIO, elabore las reglas piloto globales que se presentarán en la COP13 del CDB en diciembre del próximo año como el justo modelo para el saqueo de genes, de saberes de los pueblos y de la biodiversidad que quede; 
  1. B)  A la Universidad Intercultural de Chiapas de estar enviando a las comunidades a sus estudiantes a sacar firmas y actas de aceptación del Protocolo de Nagoya y del proyecto GIZ-CONABIO; la emplazamos a que informe su plan de trabajo en que basa este engaño, las comunidades objetivo y sus avances; 
  1. C)  A la Universidad Intercultural del Estado de Guerrero por ser plataforma para introducir programas y proyectos gubernamentales que las dependencias no han logrado imponer en las comunidades; y 
  1. D)  A las colaboracionistas organizaciones paragubernamentales CEMDA, Red de Etnoecología y Patrimonio Biocultural y al tal Víctor Toledo Manzur, por vendepatrias maquillados de verde;
Y acordamos también convocar: 

A los Pueblos y comunidades indígenas y campesinas de México y el mundo: 

           1. A fortalecer nuestra vida comunitaria animando también a lograr acuerdos internos.
           2. A avisar a más comunidades grupos y personas para que se sumen a esta resistencia.
           3. A Prohibir la entrada a estudiantes, investigadores o personales de gobierno y
               paragubernamentales (oenegés que promueven proyectos del gobierno) que quieran hacer
               colectas, bioprospección, diagnósticos, dar talleres de plantas medicinales o sobre el uso y
               manejo de la biodiversidad (porque casi nunca se menciona el proyecto GIZ-CONABIO), o
               sean de la CONANP o de esa CONABIO o de las universidades interculturales de Chiapas o
               Guerrero (UNICH y UNIG), hasta que no se cancele ese pinche proyecto de saqueo y
               destrucción y esas dependencias dejen de engañar a la gente.
           4. A repudiar las patentes, ese Pukuj (diablo) que mata nuestros bienes comunes y la cultura
               comunitaria;

A quienes acompañan o estén dispuestos a acompañar a los pueblos y comunidades en esta lucha: 

           5. A los Centros de Derechos Humanos, a publicar esta Declaración y a incluir este tema en su
               agenda como un asunto de urgente reflexión, y difundirlo entre sus redes, grupos y regiones
               de incidencia;
           6. A los medios, organizaciones, colectivos, estudiantes y empleados públicos valientes, a dar
               seguimiento a esos proyectos para ampliar más la información reportada y mantenerla
               actualizada.
           7. A traducir, elaborar materiales y difundir estas amenazas, sobre todo en los territorios con
               más riesgo.
  A las organizaciones de la sociedad civil, grupos solidarios y centros de enseñanza e investigación
(ECOSUR, Universidades Interculturales, CIESAS, UNAM, UAM, COLMEX, POLITÉCNICOS, entre otros):
  
            8. A definirse públicamente frente o del lado del Protocolo de Nagoya y su proyecto
               GIZ-CONABIO, y a pronunciarse sobre el desacato agrario de la autoridad a regularizar
               poblados dentro de las ANPs, la presión que existe sobre los territorios para imponer
               nuevas ANPs y la venta de tierras agrarias;

A las iglesias, centros de derechos humanos, sociedad civil, colectivos, grupos solidarios y centros de enseñanza e investigación de países llamados usuarios de nuestros recursos, especialmente del país de Alemania:

            8bis. A también decir su palabra respecto al Protocolo de Nagoya y el proyecto GIZ-CONABIO
                     en México;  

A todas y a todos en general:
 
             9. A Alertar sobre el ATP, denunciar el Protocolo de Nagoya y rechazar el proyecto
                GIZ-CONABIO en los modos y con las opciones que cada pueblo, organización, grupo,
                escuela o centros de enseñanza e investigación use y vea posibles en su región, territorio o
                espacio;
          10. A manifestarse de manera pacífica y legal pero con todo, el próximo 17 de Noviembre en
                 la reunión de empresarios y el proyecto -CONABIO, que tendrá lugar en el Hotel W, en la
                 calle de Campos Elíseos, en Polanco, así como estar atentos a sus siguientes acciones.
                 Jitomate y huevo podrido se valen.
          11. A denunciar el reinicio del proyecto lava calzón ajeno llamado REDD+, y buscar impedir su
                 lanzamiento, de manera urgente, su iniciativa que está a punto de ser relanzada desde
                  California.

A las fundaciones alemanas Henrich Böell (B90/Grüne) y Rosa Luxemburgo (Die Linke): 

           12. A que aclaren si avalan la ratificación del Protocolo de Nagoya hecha por sus partidos, se
                  suman a su denuncia o se indefinen como Pilatos;

Como pueblos originarios y campesinos tenemos la obligación moral, ética e histórica de continuar con el resguardo de nuestros bienes comunes y el uso compartido de ellos, porque para nosotros su cuidado y multiplicación no están vinculados a su valor comercial, sino antes bien a los propios procesos de vida aprendidos de nuestra madre tierra que hemos venido construyendo desde nuestros ancestros.

Nos oponemos a que el mundo basado en el dinero, continúe elaborando leyes y políticas para el saqueo de los bienes naturales comunes, saberes y prácticas tradicionales, así que les exigimos, a las empresas y sus gobiernos, de fuera o de adentro del país, se abstengan ya de estarse entrometiendo en los procesos que bajo el derecho a la libre determinación nosotros mismos, los pueblos, habremos de definir acompañados por quienes han estado y estén sinceramente a nuestro lado.

Firman   

Consejo de Autoridades Agrarias de la Montaña/Costa Chica de Guerrero en Defensa del Territorio y en Contra de la minería y la Reserva de la Biosfera

Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan Procesos Integrales para la autogestión de los Pueblos (PIAP) 

Consejo de Organizaciones de Médicos y Parteras Indígenas Tradicionales de Chiapas (COMPITCH) 

Unión de pobladoras y pobladores del pueblo de Chablekal, (Mérida, Yucatán) por el derecho a la tenencia de la tierra, el territorio y los recursos naturales 

Otros Mundos A.C. /Amigos de La Tierra México Movimiento Redeldía de los Montes Azules 

II. ANÁLISIS DE LOS HECHOS